Cuando trabajamos en industria alimentaria se nos puede presentar muchas dudas en cuanto a qué detergente es el más adecuado para limpiar y desinfectar nuestros equipos e instalaciones.
Por ello, antes de elegir cualquier detergente, lo correcto es que nos hagamos varias preguntas cómo;
· ¿Qué zona u objeto queremos limpiar o desinfectar?
· ¿Qué tipo de suciedad es la que tenemos que retirar?
· ¿Qué clasificación de peligrosidad tiene?
Ø Respecto a la primera pregunta, hay que tener en cuenta sí lo que vamos a limpiar es una superficie que no entra en contacto con alimentos (suelos, paredes, zonas de acceso etc.), son superficies que entran en contacto con los alimentos (máquinas de corte, cintas transportadoras, mesas de trabajo etc.) o si son productos qué entrarán en contacto directo con los alimentos cómo es el lavado de vegetales.
Habrá que leer su ficha técnica y de seguridad detenidamente, su etiqueta y comprobar si el uso para el que está destinado (industria alimentaria) es el adecuado y si está regulado por el Reglamento (UE) N° 528/2012 (algunos desinfectantes).
Ø El tipo de suciedad a eliminar es de vital importancia a la hora de decidir un detergente para industria alimentaria. ¿Es grasa, materia orgánica, cal, óxido etc.?
Los detergentes alcalinos por ejemplo (pH superior a 8) son los más indicados para retirar materia orgánica o restos de origen animal cómo grasas.
Por el contario, los detergentes ácidos (pH por debajo de 6) son ideales para restos inorgánicos (aceites de maquinaria, cal, óxidos, aditivos etc.)
Otros factores que hay que tener en cuenta a la hora de decidirte por un detergente es la calidad del agua que emplearemos y la técnica a utilizar.
¿La suciedad está muy incrustada o es reciente? ¿La limpieza será manual o mecánica? Para una limpieza manual y restos orgánicos recientes lo mejor es usar un detergente con pH neutro,
Estos factores son esenciales tenerlos en cuenta ya no sólo por efectividad sino también por economía. Si elegimos un detergente concentrado y acertamos, ahorremos además en tiempo y en cantidad de producto.
Ø Por último, si dudamos entre dos productos con características similares siempre nos decantaremos teniendo en cuenta su peligrosidad. Elegiremos los productos menos nocivos o contaminantes tanto para nosotros cómo para el medio ambiente. Prestaremos atención tanto en el etiquetado cómo frases R (frases de riesgo) y frases S (de seguridad o prudencia).